Vida del confinamiento

La mayoría de la gente creo que definiría cómo “triste” lo poco que ha cambiado mi vida. Por lo menos el 95% del tiempo que estaba fuera de casa era para estar en el colegio y, siendo sincero, no me importa tanto no ver a mis amigos, porque hablamos constantemente online. 

Todo el rato se nos avisaba de que esto no serían vacaciones, pero tampoco son días lectivos. Me gusta mucho más que podamos organizar nosotros el trabajo. Así, en vez de quedarme horas mirando a la ventana por semana cuando ya he acabado el trabajo, puedo hacer algo productivo con mi vida. Diría que es mejor que vacaciones, porque el trabajo que hacemos hace que no me sienta cómo si no estuviese haciendo nada. 

Evidentemente, hay cosas negativas a está situación, pero para mí es algo generalmente muy bueno. Las pseudo-vacaciones maximizan el tiempo libre a mi disposición y mi capacidad de concentrarme y enfocarme en algo. Mi vida ahora consiste en: comer, dormir, hacer el trabajo del cole, hacer ejercicio y tocar música. Es decir, es todo lo que quiero. 

Aún así, estoy emocionado para volver a ver a personas. Quiero intentar aplicar mi estilo de vida actual al del pre-confinamiento. Si me dicen que mañana podemos salir de casa, me alegraré. Si me dicen que eso no pasará hasta 2021, también lo consideraré una buena noticia. En general, creo que es una buena idea ver el lado positivo de las cosas, y eso es lo que estoy haciendo.